viernes, 5 de febrero de 2010


VOTE O NO SE QUEJE!

Por Mario Ugalde C.
Subdirector
mugalde@diarioextra.com

El próximo domingo 7 de febrero, -o sea dentro de dos días- unos 2,5 millones de votantes tendrán derecho a designar -por 4 años- a un nuevo Presidente de la República, dos vicepresidentes, 57 diputados a la Asamblea Legislativa, y más de mil regidores para las 81 municipalidades del país, esto debemos verlo como con privilegio que gozan únicamente las democracias más puras del mundo como la nuestra, por eso no debemos desperdiciar la oportunidad de escoger a quienes consideremos los mejores para que nos gobiernen.

Es cierto que no todos los que se postularon en los actuales comicios son buenos, pero entre tanto nombre debe existir gente honesta y con ganas de servirle al país desinteresadamente. Por ellos es por los que debemos votar el domingo si queremos vivir en paz y armonía durante el próximo periodo. Por supuesto que algunos nos pueden salir malos, pero debemos abrir bien los ojos y correr el riesgo en beneficio de la ciudadanía con tal de fortalecer nuestra democracia, porque los ticos somos muy dados a criticar a los políticos por su mala gestión, pero cuando tenemos la opción de elegir no lo hacemos, dejándole el espacio libre a una minoría. Eso es algo así como que permitamos que nuestro vecino decida que es lo que más le conviene a nuestros hijos.

Se los he dicho una y mil veces... si por pereza, o desconsuelo usted deja que unos pocos escojan al próximo mandatario, lo que está haciendo es agravando un problema que es más sencillo solucionarlo en las urnas, porque el abstencionismo presentado en las últimas elecciones deja abierta la puerta para que cada día sean menos los que eligen, y por eso la elección es cada día más mala.

De usted depende que se elija al mejor, porque nuestro mecanismo electoral permite escoger al presidente, diputados y regidores con cualquier número de votos, de allí que si usted no vota -de todos modos y aunque no lo quiera- otros le impondrán el gobierno que ellos eligieron aunque sea el más malo de todos los que habían en las papeletas.

Vote por cualquiera de los 9 candidatos inscritos para presidente, por los cientos de ciudadanos en las papeletas de diputados y regidores, pero vote por Costa Rica, este es un asunto de responsabilidad con el país, con nuestra familia y con nosotros mismos.

La fiesta electoral es de todos, elijamos a quienes piensan más en el bienestar colectivo, necesitamos en el gobierno hombres y mujeres honestos y honestas, con principios morales, que sepan tomar decisiones y que no les tiemble el pulso para hacer cumplir las leyes en este país.
En tiquicia hay mucho por hacer, pero solo entre todos podremos lograrlo.

Finalizo este comentario con una linda frase de Jacinto Benavente: “Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados”. Así que si usted no quiere tener un mal gobernante... vote, o no se queje.

martes, 2 de febrero de 2010

La ONU asume que aún falta mucho por hacer para cubrir las necesidades de Haití



- El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, aseguró que el problema más controlado es la distribución de agua

- Los trabajadores humanitarios están distribuyendo plásticos, mantas y artículos de primera necesidad para permanecer a la intemperie

AGENCIAS. Ginebra Martes, 2 de febrero de 2010 - 14:55 h.

Naciones Unidas mejora día a día su asistencia a los damnificados de Haití, pero aún queda mucho por hacer antes de poder satisfacer las necesidades de todos aquellos que precisan ayuda. Así lo reconoció hoy el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, quien se mostró muy realista respecto a los esfuerzos realizados y a los desafíos pendientes tras el terremoto que arrasó Haití el pasado 12 de enero.

"Estamos mejorando día a día y nuestra asistencia se extiende y crece constantemente, pero todavía falta un significante camino por recorrer para poder alcanzar y ayudar a todo aquel que lo necesita", afirmó Holmes en rueda de prensa.

"Todavía estamos en el momento en que cada día es vital", agregó.

A su entender, el problema más controlado es la distribución de agua. "Podemos decir que casi todo el mundo tiene acceso al agua potable", lo que cubre no sólo su ingestión, sino que es clave para evitar enfermedades como el cólera e infecciones gastrointestinales.

En relación a la distribución de alimentos, Holmes señaló que el Programa Alimentario Mundial comenzó hoy mismo una gran campaña para establecer 16 puntos de distribución de comida que cubra las necesidades de la población.

"Esta campaña se llevará a cabo a través de la distribución de cupones, por lo que esperamos que sea más ordenada que durante los primeros días de auxilio", precisó.

Una vez cubierta las necesidades básicas de comida, agua y control de la propagación de las enfermedades, los responsables de Naciones Unidas se centrarán en los próximos días en dar "el mejor refugio posible a los haitianos".

Se decidió "dejar a las personas donde estén, sean en campamentos improvisados, sea en las ruinas de sus casas. Darles lo necesario para que puedan cubrirse, y vivir lo más dignamente posible, pero sin moverlos", afirmó Holmes.

El secretario general adjunto señaló que esta decisión había sido tomada en consenso entre los trabajadores humanitarios y el gobierno, y apoyada por las ONGs presentes sobre el terreno.

"Los expertos dijeron que era la mejor solución. La gente no se quiere ir de donde está, quieren estar cerca de sus casas, aunque estén destruidas; quieren estar cerca de sus trabajos. Además, si se establecen grandes campamentos, después es muy difícil desmantelarlos, y algo que tenía que ser temporal se eterniza", justificó Holmes.

Por eso los trabajadores humanitarios están distribuyendo plásticos, mantas y artículos de primera necesidad para permanecer a la intemperie, a pesar de que no servirán de nada en caso de que haya un huracán en la próxima estación de lluvia.

"Todavía es una solución muy temporal, nadie lo niega. Y sí, hay mucha frustración, pero es lo que se puede hacer por ahora. La situación mejora día a día", repitió Holmes.

En relación a los menores desamparados, el secretario general adjunto dejó muy claro que se han puesto en marcha todos los mecanismos para evitar que haya secuestros de niños, y repitió que no se concluirán adopciones que no estuvieran aprobadas antes del sismo.

Respecto al monto de los salarios que reciben los haitianos que trabajan para la ONU en tareas de reconstrucción u otras, Holmes señaló que son "adecuados a la media salarial en el país".

"Lo que no podemos es destruir el mercado local. La media de un jornal diario en Haití es de 3 dólares, nosotros les pagamos 4", argumentó.

Holmes explicó que actualmente hay 25.000 haitianos contratados por Naciones Unidas y que el objetivo es llegar a unos 250.000.

Preguntado sobre la seguridad, Holmes admitió que la situación sigue "siendo volátil", aunque aclaró que por ahora se mantiene el control de la situación.

Por ello considera que los soldados estadounidenses y canadienses presentes en Haití deben permanecer "por lo menos unos meses. Pero en cuanto el Gobierno y los cascos azules puedan hacerse cargo de la situación, estoy seguro que se retirarán sin ningún tipo de problemas".

Holmes no pudo poner una fecha a esa retirada. Además, reconoció que Naciones Unidas "no tiene un plan a largo plazo", porque la acción sobre el terreno aún se considera de emergencia.

sábado, 30 de enero de 2010

Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario


LA VOCACION DE LOS PROFETAS.

Después de proclamar su misión en la sinagoga de Nazaret, Jesús quiere poner manos a la obra e iniciar ahí, en la tierra que lo vio crecer, su tarea evangelizadora. Y al principio todo va bien, sus paisanos aprueban el mensaje y admiran la sabiduría de sus palabras; pero, segundos mas tarde, dudan y empiezan a murmurar: ¿No es este el hijo de José?. Jesús se percata de lo que hay en los corazones de sus oyentes y les dice: “Seguramente me diran aquel refran: “Médico , curate a ti mismo” y has aquí, en tu propia tierra, todos estos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm… Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra”. Una vez oídas estas palabras de Jesús, todos los que estaban en las sinagoga pasan de la duda o el desprecio, a la ira y la violencia: “Lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña… para depeñarlo”.
Aquí es donde debemos preguntarnos: ¿por qué los profetas encuentran tanta hostilidad y persecución?
¿Por qué despiertan conciencias, cuando la mayoría hace lo posible por anesteciarlas?
¿Por qué desmienten, cuando los que gobiernan o tienen autoridad hacen creer que “las cosas estan bien así”?
¿Por qué al no tener posiciones o intereses personales que defender, aparecen escandalosamente libres?

Reynaldo Rodrigo Román Díaz.

domingo, 24 de enero de 2010

Tercer Domigo del Tiempo Ordinario


LA SALVACION ES PARA HOY.

Este pasaje del Evangelio siempre me recuerda el dia de mi ordenación cuando al momento de leer el Evangelio (que era proclamado en español y en otras lenguas indigenas de Chiapas), el obispo, no quiso que el pre-diácono leyera en español porque tenía que ser proclamado por un diácono. Recuerdo que al comenzar el canto de Aleluya, el padre verbita encargado de la liturgia me llama y me dice: “no tienes otra opción que ir frente al obispo y pedir la bendición para leer el evangelio porque no quiere que el pre-diácono lea el Evangelio”. Por lo que consternado por la improvisación no tuve mas remedio que levantarme y subir al estrado y pedir la bendición. Al comenzar a leer el Evangelio (que era el Prólogo de San Juan) ante unas 2 500 personas, me di cuenta lo impactante que fue ese momento, era la primera vez que toda esa gente reunida en el auditorio me veia revestido de diácono próximo a ordenarme sacerdote, la forma que en que las palabras iban fluyendo de mi boca y la forma en que las personas me veian en silencio hasta el término del Evangelio. Tanto fué el impacto que por unos momentos hubo un silencio en el auditorio y antes de que el obispo hablara, una ola de aplausos se se escucharon venir. Era el momento en que yo por primera vez me veía como Jesús enfrente de mi pueblo, el que me vio crecer. Y en cierta forma había pasado la prueba de fuego. Este pueblo me recibía como su hijo que habia regresado, despues de muchos años en el extranjero, a su pueblo a comenzar su ministerio. Ahora que estoy de regreso en mi pueblo de vacaciones, todavia, despues de casi cuatro años, muchos se acuerdan de ese momento impactante en mi vida y en la vida de los habitantes de Salto de Agua. (Se acuerdan ustedes de ese día?).

en el contexto del Evangelio, los pobres y los enfermos en tiempos de Jesús, eran receptores de puras malas noticias: “tiene que ir a empadronarse”, “hay que pagar este nuevo impuesto”, “ustedes no pueden entrar”, “la salvación no es para ustedes”.

Despúes de haber sido tentado en el desierto, Jesús fue a Nazareth, donde se había criado. Entró a la sinagoga e hizo lectura del pasaje del profeta Isaías: “El Espirítu del Señor está sobre mi, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor”. Hasta aquí no hay novedad; este texto de Isaías ya era conocido por los que estaban ahí. La buena noticia no está en que Jesús recuerde este texto liberador, ni en una promesa de que Jesús a mediano o corto plazo, sino en que eso que anunció el profeta Isaías se cumple hoy: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oir”.

A lo largo de su ministerio, Jesús no hará otra cosa que anunciar la Buena Nueva a los pobres y decir de muchos modos que la salvación es para hoy: “Hoy , mañana y pasado tengo que continuar mi viaje” (Lc 13, 33). “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc 19, 9). “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraiso” (Lc 23, 43).

“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, dice el conocido refrán. El Evangelio nos recuerda que la salvación es para hoy y que los cristianos tenemos mucho que hacer: pongamos hoy en práctica lo que acabamos de oir.

Reynaldo R. Román Díaz. SVD





sábado, 16 de enero de 2010

Segundo Domingo del Tiempo Ordinario


El Señor te prefiere a ti


Comenzamos el tiempo ordinario, con el segundo domingo del tiempo ordinario. El domingo anterior, del bautismo del Señor hace de transición entre Navidad y este tiempo. Comenzamos así a recorrer la Vida Pública de Jesús, sus obras y sus dichos, y lo hacemos con uno de sus primeros signos: el milagro de las bodas de Caná, en el que transforma el agua en vino a petición de la Virgen María. Los milagros son signos, expresión de otra realidad, de la realidad misericordiosa de Dios.

Para entender mejor ese milagro y no reducirlo sólo a una solución puntual de un problema: la falta de vino, es preciso situarlo en el contexto de la primera lectura.

La fe en la Biblia se entiende como una relación personal con Dios, una relación de confianza, e incluso como una relación matrimonial.

El pueblo de Israel vuelve del destierro de Babilonia y se encuentra Jerusalén desolada, destruida; se sienten abandonados por Dios, en una situación lamentable de desesperanza. En esa situación el profeta les dice esta profecía en clave de relación esponsalicia con Dios: “Te pondrán un nombre nuevo... Serás corona en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán “abandonada”, ni a tu tierra “devastada”; a ti te llamarán “mi Favorita” y a tu tierra “Desposada”; porque el Señor te prefiere a ti... así te desposa el que te construyó...” ¡Qué aliento para un momento de desesperanza! Así es nuestra relación de fe con Dios: el Señor nos prefiere a nosotros.

Esta promesa esponsalicia la expresa así el profeta Oseas (Os 2, 16... 22): “La llevaré al desierto y le hablaré al corazón... y ella me responderá ahí como en los días de su juventud…


Te desposaré conmigo para siempre, te desposaré en justicia y en derecho, en amor y en ternura; te desposaré en fidelidad y tú conocerás al Señor”.


En el texto del Evangelio escuchamos como Jesús y María acuden a una boda en Caná de Galilea. Su presencia bendice todas las bodas y fiestas de amor.

María está pendiente de las necesidades y le dice a Jesús: “No tienen vino”.


Jesús, en su vida pública mantiene alejada a su Madre: “Todavía no ha llegado mi hora”; “mujer ¿qué tenemos que ver tu y yo?


Como intercesora se retira de la escena diciéndole a los mayordomos: “Haced lo que él os diga”.


Las tinajas de agua de las purificaciones de los judíos son llenadas de agua, que es transformada en vino, mejor que el anterior. Este signo tiene una relectura: se pasa de los antiguos ritos: las purificaciones de los judíos, al vino - quizá de la Nueva Alianza -. “El agua en vino transformada, o la insipidez en gracia, la debilidad en fortaleza, la tristeza en gozo, las lágrimas en júbilo, la frialdad en fuego. El agua es como la letra humana, el vino es la música divina. El agua es el esfuerzo humano, el vino es el poder de Dios. El agua es la ley del temor - “tinajas de piedra para las purificaciones de los judíos” -, el vino es la ley del amor”.


Esta relectura nos permite ver otro plano de interpretación en el contexto de boda de Dios con su pueblo de la primera lectura: en nuestra relación personal con Dios debemos dejar las purificaciones externas, los ritos inútiles, las devociones individualistas... para pasar a la relación del vino de la Nueva Alianza, que es la relación de la entrega generosa de la propia vida como signo de nuestra relación cultual con Dios; pasar del esfuerzo a la gracia, del temor al amor, del culto a la vida, de la esclavitud de las normas a la libertad del Espíritu.


Dios te prefiere a Ti no sólo como individuo, sino como persona integrada en un pueblo: el Pueblo de Dios. Un Pueblo: el cristiano, un Dios. El Espíritu se manifiesta en todos para el bien común. La paz que nos da Cristo, la paz que es Cristo, es reconciliación de todos con Dios y entre todos nosotros. Hoy pidamos juntos para que nuestra relación personal con Dios sea auténtica, que nos pongamos en sus manos.


Reynaldo R. Román Díaz.