miércoles, 18 de noviembre de 2009

Solemnidad de Jesus Rey del Universo


Jesús, ¿rey? ¿de qué reino?

Hay que releer desapasionadamente la lectura del Evangelio de este domingo. Hagamos como si la leyésemos por primera vez y no conociésemos a los protagonistas ni el desenlace final de la historia. ¿No suena el diálogo a ridículo? El detenido se convierte casi en el interrogador. Y el que interroga se encuentra con la sorpresa de que el detenido se declara superior a él pero “de otro mundo”. Lo suficiente en nuestros días para enviarlo a un manicomio. En la época de Jesús no tenían esos recursos y la vida humana no valía tanto. Es decir, que Pilatos condenó a muerte a Jesús sin hacerse demasiado problema. Probablemente así fue como sucedió en realidad.
Hoy nosotros hacemos otra lectura de la historia. La leemos desde nuestra fe. El detenido no es un loco. Es Jesús. El Hijo de Dios. El Testigo del amor y la misericordia de Dios para con todos. Para nosotros está clarísimo que su reino no es de este mundo. Hasta nos fallan y faltan las palabras. Porque lo suyo no es un reino. Quedan pocos reinos en la actualidad. Y los reyes que quedan ya no mandan mucho. Son reyes constitucionales. No son mucho más allá que una figura decorativa, que representa al Estado. Los reyes de antes eran otra cosa. Aquellos mandaban de verdad. Hacían lo que les venía en gana. Su reino era para ellos como su propiedad privada. Y su gente eran súbditos y no ciudadanos libres. Pero ninguna de esas dos formas de ser rey tiene nada que ver con lo que Jesús es para nosotros. ¿Verdad que no?


Su “reino” no es de este mundo.
Por eso, decir que Jesús es rey o emperador se nos queda corto y desajustado. Jesús es otra cosa. Está claro que su “reino” no es de este mundo. Y que las palabras e imágenes de este mundo no sirven bien para hablar de él y de lo que significa para nosotros. Su “reino” no se parece a ninguna de las formas de gobierno, de poder, de este mundo. Ni a los reinos actuales, ni a las democracias ni a las dictaduras, ni a las repúblicas. Su “reino” es otra cosa.
¿En qué consiste ese “reino” de Jesús? Lo hemos ido viendo a lo largo de todo el año litúrgico que hoy, con esta celebración, termina. Hemos recorrido paso a paso los misterios de la vida de Jesús. Con el Adviento nos preparamos para la celebración de su nacimiento, luego vino el gozo de la Navidad. Más adelante, la Cuaresma nos llamó a la conversión necesaria para celebrar la Semana Pascual, que culminó con la Resurrección de Jesús, que celebramos durante todo el tiempo de Pascua. Domingo a domingo hemos ido escuchando su palabra, conociendo su estilo de vida, su forma de relacionarse con los demás. ¿Es posible que digamos que no sabemos en qué consiste su “reino”?

Todos hijos, todos hermanos.
Su reino es de amor y misericordia, de comprensión y perdón, de acogida para los alejados, de generosidad con todos. Su reino es toda una forma de convivencia entre las personas en la que se parte de un principio básico: somos hijos del mismo padre y, por eso, somos hermanos. Lo que tenemos, lo que somos, lo compartimos. Y esa es la única forma de alcanzar la plenitud, nuestra plenitud. Ese es el reino de Jesús. Eso es lo que hoy celebramos en esta fiesta con la que termina el año litúrgico.
Pilatos no entendió lo que le decía Jesús. Probablemente no le pareció más que un loco potencialmente peligroso. Por eso lo condenó. Hoy nosotros, desde la perspectiva de la fe, deberíamos saber que el poder de Jesús es mucho más fuerte que el de Pilatos. Pilatos tiene la violencia de las armas. Jesús tiene la fuerza del amor, del perdón y de la misericordia. Pilatos, con su violencia, puede destruir pero sólo Jesús puede construir porque sólo el amor construye y abre nuevas posibilidades de vida. Si creemos en Jesús es hora de alistarnos en sus filas y avanzar bajo su bandera. Jesús es de verdad todopoderoso. Sólo con él podremos construir un mundo nuevo.

martes, 17 de noviembre de 2009

El Papa critica el «derroche» cuando el hambre es cada vez mayor


El Papa critica el «derroche» cuando el hambre es cada vez mayor
El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf (d), acompaña al Papa Benedicto XVI hoy / EFE
Actualizado Lunes , 16-11-09 a las 14 : 48

El Papa Benedicto XVI denunció hoy el riesgo de que el hambre llegue a ser considerado como parte de la realidad de los países más pobres y afirmó que no se puede continuar aceptando la opulencia y el derroche "cuando el drama del hambre es cada vez mayor".
El Pontífice pronunció un discurso en la sede de la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en la primera jornada de la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria.

El hambre es "el signo más cruel y concreto de la pobreza", dijo Benedicto XVI, y afirmó que no se puede olvidar que entre los derechos fundamentales de la persona están el derecho a una alimentación suficiente, sana y nutritiva y el derecho al agua.
Benedicto XVI denunció el aumento de los precios de los productos alimentarios, la disminución de las posibilidades económicas de la población más pobre y el acceso restringido al mercado y a los alimentos.
"Y todo ello mientras se confirma que la Tierra puede nutrir suficientemente a todos sus habitantes", agregó el Papa, que aseguró que no existe una relación causa-efecto entre el incremento de la población y el hambre, "lo que se confirma con la deplorable destrucción de excedentes alimentarios en función del lucro económico".
El Papa Ratzinger subrayó que el hambre no depende tanto de la escasez material, cuanto de la insuficiencia de recursos sociales. A ese respecto, dijo que falta un sistema de instituciones económicas capaces, tanto de asegurar que se tenga acceso al agua y a la comida de manera regular, como de afrontar las exigencias relacionadas con las necesidades primarias y con las emergencias de crisis alimentarias reales. "En cierto sentido, la convocatoria de esta Cumbre es ya un testimonio de la debilidad de los actuales mecanismos de la seguridad alimentaria y la necesidad de una revisión de los mismos", subrayó.

Manifiesto ecologista
El Pontífice denunció también el "desarrollo desigual entre y en las naciones" y dijo que "existe" el riesgo de que el hambre se considere como algo estructural, "parte integrante de la realidad socio-política de los países más débiles, objeto de un sentido de resignada amargura, de indiferencia". "No es así, ni debe ser así. Para combatir y vencer el hambre es esencial redefinir los conceptos y los principios aplicados hasta ahora en las relaciones internacionales", agregó el Papa, que dijo que hay que ayudar al mundo rural, "para que no sea considerado secundario", e impedir que desciendan las aportaciones de los países donantes.
Sensible con el ecologismo, Benedicto XVI denunció que "el deseo de poseer y de usar de manera excesiva y desordenada los recursos del planeta es la primera causa de la degradación ambiental". El Papa concluyó su discurso, pronunciado en francés, pidiendo a Dios en los otros idiomas oficiales de la FAO (español, inglés, árabe, chino, ruso e italiano) que bendiga los esfuerzos de todos los países "para garantizar el pan de cada día a cada persona". Esta es la primera vez que el Papa Ratzinger visita la sede de la FAO, donde ya estuvo en tres ocasiones su antecesor, Juan Pablo II, en noviembre de 1979, en diciembre de 1992 y en noviembre de 1996.

Blanco y el aborto: "Llevar el Catecismo al Código Penal es inasumible"




"Si el aborto es un crimen, lo será de igual manera con la ley que está en vigor desde hace más de veinte años que con la que ahora propone el Gobierno."
• Cristianos del PSOE afirman que la Comunión no es asunto de los obispos.

REDACCION HO.- Dice el ministro de Fomento, José Blanco, en su blog que es creyente y que puede estar de acuerdo en considerar el aborto como un pecado. Añade que "antes es ciudadano y demócrata":
"Soy católico. Como tal, estoy dispuesto a creer que el aborto es un pecado.
Pero antes soy ciudadano y demócrata. Y como tal, no estoy dispuesto a creer ni a admitir que el aborto tenga que ser un delito.
Como creyente, se me puede exigir que mi vida personal responda a los criterios morales derivados de mi fe. Pero como representante de los ciudadanos no se me puede exigir que pretenda imponer esos criterios por ley a toda la sociedad. Más bien se me tiene que exigir lo contrario: que defienda el derecho de todas las personas a vivir de acuerdo con sus propios valores, religiosos o de cualquier otro tipo."
José Blanco se refiere a las declaraciones del secretario de la Conferencia Episcopal, Monseñor Juan Antonio Martínez Camino, en las que advertía de que quien votara a favor de la ley del aborto estaría en pecado público, y se pregunta por qué se excomulga ahora a los socialistas pero no se excomulgó antes a José María Aznar y el gobierno del PP que mantuvo una legislación abortista.
Este es el contenido del post del ministro de Fomento:
"La confusión entre pecado y delito, la idea obsoleta de que el Estado debe actuar como brazo ejecutor de la doctrina de la Iglesia, la injusta pretensión de obligar a todos a vivir según las creencias de algunos, la nunca abandonada aspiración de hegemonizar moralmente a la sociedad a través de las leyes, es la causa principal de que muchos sigan viendo hoy a la Iglesia Católica como un instrumento de opresión.
Y además, ha quedado lejos en la historia. Cuando Azaña pronunció su famosa frase: España ha dejado de ser católica, no quería decir que los españoles hubieran perdido la fe, sino que la religión había regresado al ámbito del que nunca debió salir, el de las convicciones íntimas y privadas, y que en el Estado moderno no hay ninguna posibilidad de aceptar que una doctrina religiosa dicte las leyes que afectan a todos.
Casi todos los delitos son pecado (aunque hay que ver la indulgencia con la que la Iglesia ha contemplado secularmente algunos de ellos); pero lo que es pecado no tiene por qué ser delito. Llevar el catecismo al Código Penal es inasumible por una sociedad civilizada. La mujer que decida libremente interrumpir su embarazo puede ser que vaya al infierno; pero de ninguna manera tiene que ir a la cárcel.
No hay ninguna amenaza eclesiástica que pueda inducirme, como miembro del Parlamento, a promover una legislación que convierta en delincuentes a las mujeres que quieren decidir sobre su maternidad. Y la obligación del legislador democrático, cualesquiera que sean sus convicciones íntimas, es garantizar que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos en condiciones de libertad y de seguridad.
Pero como católico lo que más me irrita no es la deriva autoritaria de quienes pretenden que sus creencias sean ley. Lo que más me irrita es la hipocresía episcopal.
Porque si el aborto es un crimen que tiene que ser perseguido, lo será de igual manera con la ley que está en vigor desde hace más de veinte años que con la que ahora propone el Gobierno. Se trataría del mismo crimen cuando gobernaba el PP y se practicaban en España más de medio millón de abortos legales cada año que cuando gobierna Zapatero. Habrá que denigrar y excomulgar no sólo a los socialistas españoles, sino a los conservadores de todos los gobiernos europeos que han promulgado leyes de plazos iguales a la que vamos a votar en España. Habrá que organizar manifestaciones no sólo en Madrid sino en París, en Londres, en Berlín, en Amsterdam...
Pero nada de eso sucede. Nadie llamó asesino a José María Aznar, que gobernó ocho años con una ley que bajo el coladero del "daño psicológico" para la madre permite abortos prácticamente sin límite y sin control. Pero se lo llaman a Zapatero por proponer una regulación que pone plazos, establece límites y condiciones objetivas para practicar el aborto, da garantías sanitarias y seguridad jurídica a las madres y a los médicos; y además trata de prevenir los embarazos no deseados, que son el origen de la inmensa mayoría de los abortos.
La jerarquía eclesiástica española ha formulado de hecho una nueva doctrina: la regulación legal del aborto es un crimen execrable siempre y cuando la impulse un gobierno socialista en España. Y es algo ante lo que puede hacerse la vista gorda cuando es la derecha quien la ampara, dentro o fuera de España.
Como diputado, voy a votar la ley del aborto a mucha honra. Y como católico, voy a decirle a los obispos que su discurso sobre este tema no sólo es reaccionario: es hipócrita. Y que mentir a sabiendas no es un delito, pero sí es un pecado."

lunes, 16 de noviembre de 2009

Obama exige libertad para líder opositora birmana



Singapur. AFP. El presidente de EE. UU., Barack Obama, aprovechó ayer un histórico encuentro en Singapur con el primer ministro de la junta en el poder en Birmania para exigir la liberación de la opositora y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.

Washington y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) instaron además a que la junta birmana garantice que las elecciones prometidas el otro año sean “libres, justas, transparentes y abiertas” a la oposición.

“Reafirmé la política que adelanté en Tokio con respecto a Birmania”, dijo Obama en referencia a su declaración instando a la junta birmana a liberar a Suu Kyi, objeto de una detención domiciliaria desde hace dos décadas.

Obama “abordó el tema de la liberación de Aung San Suu Kyi con ese gobierno”, afirmó el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, luego de que el presidente norteamericano participase el domingo en una reunión sin precedentes con todos los líderes de la ASEAN, incluido el primer ministro de Birmania, Thein Sein.

Antes del inicio de la reunión en un hotel en Singapur, Obama y los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático estuvieron frente a frente y se estrecharon la mano.

Sin embargo, Thein Sein no estuvo en ese momento y se sentó alejado de Obama, según testigos.

Marcando el terreno. Obama utiliza su primera gira asiática (ya fue a Japón y hoy está en China), para recuperar parte del liderazgo en la región que algunos analistas creen que EE. UU. perdió por centrarse en las guerras de Afganistán e Iraq.

“Creo que Estados Unidos está tomando la relación con mucha seriedad a altos niveles. Se ha creado un momento favorable”, indicó el secretario general de la ASEAN, Surin Pitsuwan.

Para Obama, el encuentro ayer fue ocasión para sumar el apoyo del Sudeste Asiático a su nueva estrategia ante el régimen birmano, al que exige organizar elecciones libres y democráticas en el 2010.

“Las elecciones previstas en Birmania deben ser llevadas a cabo de manera libre, justa, inclusive y transparente en orden de ser creíbles para la comunidad internacional”, indicaron Estados Unidos y la ASEAN al final del encuentro.

En un discurso el sábado en Tokio, Obama hizo referencia a la necesidad de un nuevo acercamiento estadounidense a Birmania, subrayando que las sanciones impuestas al régimen militar no han mejorado la vida de los birmanos.

Como parte de ese nuevo enfoque, Washington envió a inicios de mes a dos altos funcionarios al aislado país asiático para promover el diálogo político con la junta birmana, acusada de graves violaciones de los derechos humanos.

El subsecretario estadounidense para Asia del Este y el Pacífico, Kurt Campbell, se convirtió así en el responsable norteamericano de mayor grado en viajar a Birmania en 14 años para reabrir el diálogo con el régimen en el poder.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Domingo 33 del Tiempo Ordinario


DE LA TRIBULACION A LA ESPERANZA.

Estamos en el penúltimo domingo del año litúrgico y, en el lenguaje un tanto apocalíptico –especialmente de la primera y el Evangelio- se denota: el fin de los tiempos.
Resulta, a todas luces, llamativo. ¡Qué tiempos nos esperan! ¡El fin de una era! ¡La realidad de unos sueños! ¡Veremos, por fin, a Dios! Otros, en cambio, no lo verán.

Antes, muchísimo más que ahora, se hablaba del fin del mundo. Constantemente, con visiones derrotistas, se nos ha alertado de que el fin del mundo estaba cerca, en tal día, a tal hora….luego pasaba lo que pasaba: la cosa seguía y ha seguido igual. Pero, esto, no es nuevo. El mismo Señor nos lo advirtió: “vendrán unos y os dirán…no les hagáis caso” Y es que, Dios, es imprevisible. No le gusta, y tampoco sería justo, que nosotros le concertemos su agenda a nuestra medida. Lo importante es que, mientras llega ese momento –y llegará- nos preparemos a ese encuentro con toda paz, llenos de fe y de esperanza. ¿Cómo nos encontrará el Señor cuando llegue?
Para ello y por ello, Dios, se involucró totalmente en pro de la humanidad. Cuando muchas luces se apagan y hasta el horizonte se hace incierto, Cristo, se convierte en la luz del mundo, en la salvación que muchos esperamos. El Señor vendrá, triunfante y glorioso, para recogernos a todos y para demostrarnos –una vez más- que el amor de Dios impera, reina y es portador de eterna vida. Y en eso, los cristianos, andamos un tanto deficitarios. ¿Esperamos con ansías la vuelta del Señor? ¿Meditamos esa respuesta de la consagración “anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección: ¡Ven, Señor Jesús!”. Porque, al fin y al cabo, a eso nos encaminamos: a la irrupción definitiva y victoria del Señor. ¡El Señor vendrá! No podemos perder la esperanza y, mucho menos, quedarnos asombrados por la espectacularidad del mundo en detrimento de aquello que prevalecerá y será nuestra felicidad: la vida eterna.

Hoy, la sociedad, nos inyecta constantes y dulces inyecciones de morfina. Nos duerme ante los valores eternos y, en cambio, nos espabila ante lo radicalmente efímero. ¿Es bueno? Por supuesto que no. ¿Es conveniente que, el vigía de un barco esté somnoliento en pura travesía? ¿Qué ocurrirá con la suerte de esa embarcación? Posiblemente o que naufrague o que equivoque su destino. Cada cristiano es vigilante de su propia vida, de su fe y de su esperanza. Las circunstancias que nos rodean (opulencia, materialismo, relativismo, secularismo, laicismo……) son inconvenientes con los que constantemente tropieza el casco de nuestra fe. Por eso mismo, la vida de un cristiano, ha de ser despierta y consciente de que, el final que nos aguarda, merece una atención y preparación por nuestra parte.

En una clínica, un joven, custodiaba durante la noche a un amigo gravemente enfermo. El sueño, junto con el cansancio, hizo mella en él. En la madrugada, aquel que estaba postrado en cama, pidió agua y –su amigo- se encontraba totalmente dormido. Fue al amanecer, cuando una enfermera, le susurró al oído de su amigo: “no lo has oído, pero tu compañero enfermo necesitaba agua y he venido yo”.
En cuantos momentos, circunstancias y situaciones podemos ver la mano del Señor. Instantes en los que, nuestro estar despiertos, pueden ser un gran bien en todo aquello que nos rodea y, por el contrario, el estar adormecidos impide el que seamos conscientes de que la vida avanza y que nos encaminamos, poco a poco, hacia el final de nuestra existencia.
Precisamente porque, cada día que pasa, es un día más y –a la vez- un día menos, el ser vigilantes implica estar con los ojos bien abiertos, con el corazón receptivo y con las puertas del alma bien abiertas para que el Señor nos haga sentir e intuir lo que en el día de mañana nos espera. ¡Merece la pena!

Reynaldo Román

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una Montaña Sagrada para el mundo

Un día para Mandela


Nelson mandelaLa Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el 18 de Julio como el "Día de Mandela", que conmemora la contribución de Nelson Mandela a la libertad mundial.

La resolución ha sido presentada por el embajador de Sudáfrica, Baso Sangqu, el cual ha definido a su presidente como un icono de los ideales de la ONU.

La fecha coincide con el cumpleaños de Mandela, quien en el 2010 cumplirá 91 años.

Varias asociaciones caritativas de Sudáfrica llevaban luchando mucho tiempo por la declaración de este día.

Además, hacen un llamamiento para que cada persona dedique 67 minutos de su vida a una buena causa, en relación a los 67 años de Mandela como activista.