jueves, 1 de octubre de 2009

Domingo 27 del Tiempo Ordinario

NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO.

En el comienzo de la vida, cuando somos infantes, necesitamos de otros si queremos sobrevivir. Al final de nuestros años, necesitamos también de otros para poder sobrevivir. En el transcurso de nuestras vidas, no es un secreto, necesitamos de otros para tener una vida más amena y sociable.

La lectura de hoy dice: “No es bueno que el hombre (humanidad) este solo”. A veces, es cierto, que es bueno y necesario para nosotros estar solos- pero esta no es una condición permanente. Los seres humanos somos personas sociables. De otra forma seriamos incompletos. Nuestra “humanidad” nunca será adquirida desde la soledad. Sentir esta necesidad de compartir con otros nuestra vida es un signo de vivir sanos y con ganas de vivir. Lo contrario seria que fuéramos personas solitarias y que nuestra negatividad nos orille a no poder comunicarnos con otras personas.

Hay un dicho que dice que “el león mas feroz no es el mas sociable, o el que ruge mas fuerte pero si el que camina en silencio y solitario”. En las noticias podemos apreciar también como los asesinos en serie casi siempre son personas que viven muy solas y frecuentemente viven con un resentimiento propio. Las personas que cometen suicidio muy frecuentemente son aquellas que han entrado en un estado de aislamiento.

El aislamiento y la soledad son de las mas doloras condiciones existenciales que pueden existir. Estas condiciones causan a las personas que se encierren asi mismos y en algunos casos puede que se transforme en violencia o en cualquier otro de los vicios que podríamos conocer. Miedo, vergüenza, culpa, etc., hacen de las personas individuos que les guste el aislamiento.

En la primera lectura, Dios le da a Adán una mujer, Eva. Tan pronto como Adán ve a Eva, siente que el vacio de estar solo se complementa con la presencia - compañía de Eva. Ella fue creada de la misma condición que el. Adquiriendo la misma dignidad de el y por lo tanto creada en igualdad. Es así que Dios nos hace ver que la verdadera comunidad solo puede ser creada entre personas con la misma igualdad.

En el matrimonio, Dios nos hace ver que es el compromiso de dos personas atendiendo la necesidad de amistad, compañía, intimidad y calor humano - todas estas cosas que a veces se anhelan y que también son difíciles de alcanzar. Estas necesidades también pueden encontrarse en aquellos que viven en comunidad. También, todos los que están en una cercana relación con Dios, nunca están solos.

Cuando dos personas se casan, ellos llevan consigo no solamente su fortaleza y sentido de vida, también llevan consigo sus limitaciones y debilidades. Todos nosotros en si llevamos nuestros signos de individualismo-egoísmo, porque somos personas heridas por el pecado- lo que nos aleja de Dios.

Considero que entrar en un matrimonio es entrar en la escuela del amor, escuela en la cual todos somos estudiantes lentos. El enlace en donde dos personas sellan el dia de su matrimonio no esta echo de un material inquebrantable, es un material de humanos. Por lo tanto, es un material que se puede quebrar. El único lazo que no se rompe es el vinculo en el cual Dios nos forma en el amor en Cristo.

¿Que son las cosas o actitudes que pueden romper un matrimonio?. Falta de respeto, pobre comunicación, egoísmo, encima de todos estos, la infidelidad. Respeto, buena comunicación, el compartir y la fidelidad fortalece este enlace o vinculo.

Las relaciones entre parejas o de amistades se tienen que ir trabajando constantemente. Ellas pueden sufrir de negligencia, como un jardín si no se cuida se deteriora. Las personas no deben de experimentar temor para buscar ayuda si están teniendo problemas en su matrimonio. Las parejas deberían de poner su matrimonio y sus hijos encima de todas las cosas o encima del éxito en lo económico.

La indisolubilidad del matrimonio no es el caballito de batalla de un sacerdote. Este encuentra una justificación poderosa en las necesidades especiales de los hijos que necesitan ser cuidados y por mucho más tiempo que cualquier animal de la creación. No es bueno que el hombre este solo, seamos parte del cambio, seamos parte de aquellas personas que buscan en el otro una compañía de amor, respeto y de igualdad. Todos necesitamos de cuidados, compartamos nuestras necesidades de amar al prójimo como Dios no ama.

Reynaldo Román



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