jueves, 29 de octubre de 2009

Solemnidad de Todos los Santos


LOS BIENAVENTURADOS.

En estos tiempos estamos en peligro de vivir una atmosfera de malas noticias. Los periódicos y la televisión parecieran que se interesan mas en las malas noticias que están pasando en nuestro país- muertes, asesinatos, robos, accidentes de transito, guerras, crisis económica, etc. Muchos de las personas inclusive les parecen muy depresivas estas cosas que están sucediendo. Esas situaciones nos dan a conocer lo más oscuro de los aspectos de la naturaleza humana. Contrarios a los mandamientos y actitudes que nos señalan las bienaventuranzas.

Un acto de malicia, por ejemplo un asalto, nos puede causar shock o sorpresa, al final el mismo shock nos deja inmóviles o con un mal sabor de boca. Un acto de caridad en cambio, nos inspira a seguir viviendo. Es por ello que los ejemplos de los santos son unas personas con una vida muy interesante y motivadora. Los santos nos dan un camino de luz para nosotros guiarnos hacia el Padre.

Una historia que me gusta mucho y que la leí en un periódico es la de una humilde mujer que se encontró una cartera con cierta cantidad de dinero en la calle. Ella llevo esa cartera a la estación de policía más cercana. Cuando ella llega a la estación de policía, el hijo de la dueña de la cartera estaba reportando el incidente. la dueña de la cartera cuando ve a la mujer siente un alivio enorme y da gracias a Dios porque su cartera había sido encontrada por una mujer honesta. Cosa que no siempre pasa en la vida.

La mujer, dueña de la cartera dijo: “la felicidad para mi es encontrar a una mujer desconocida con un corazón grande y de buenos principios. Este acto de honestidad me hace creer una vez mas en la gente de buena fe en tiempos de tanta violencia y robos”.

En todo el año litúrgico, la Iglesia celebra una serie de historias inspiradoras- la vida de los santos. Estas historias nos muestran que nosotros los humanos, ayudados por la gracia de Dios, pueden tener una vida de heroísmo, de corazones nobles y de fortaleza de espíritu. En los santos nosotros celebramos las virtudes humanas. Muchos otros de nosotros hemos sido motivados, inspirados y fortalecidos con la historia de sus vidas. Inclusive se dice que la mayoría de los cristianos han leído mas biografías de los santos que libros de teología. Cuando murió la Madre Teresa de Calcuta, se me quedo grabado en la mente a un hombre sencillo que lo entrevistaron en la televisión de India que dijo: “Ahora estoy orgulloso de ser un ser humano, porque la Madre Teresa era también un ser humano, con un corazón muy grande”.

A pesar de que la Iglesia celebra a muchos santos, pero también hay muchos hombres y mujeres que son santos anónimos. La Iglesia tiene la fiesta que celebramos hoy para reconocer y celebrar sus bondades y ejemplos de vida. Por eso hoy nos honramos en celebrar a los hombres y mujeres que llevaron una vida de héroes. Personas que en su humilde vida siguieron a Cristo como modelo de vida. La vida de muchas personas ha sido llena de sacrificios y actos de un heroísmo silencioso.

Hay en nuestros tiempos personas que nos inspiran por su integridad, generosidad, amabilidad; sentimientos y actitudes que nos hacen ver la vida diferente, mas positiva. Sus vidas dan una luz para aquellos que están confundidos, fortaleza a aquellos que tienen miedo, y alivio para los que sufren.

Inclusive los “pequeños” santos nos dan una visión de una vida inmensa y gratificante que hay que disfrutar. Ellos nos inspiran a tratar de sacarle provecho a lo que Dios no ha regalado y vernos al espejo para apreciar lo bueno que puede llegar a ser el ser humano.

El camino a la santidad nos demanda coraje y decisión. Para los que buscamos una vida en santidad, ese camino esta lleno de huellas de personas que han logrado ser felices en el encuentro con Dios.

Reynaldo Román.

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