miércoles, 25 de noviembre de 2009

A ESE SER INCOMPRENSIBLE LLAMADO DIOS.





Cuando comparo nuestro amor,
Siempre pienso en el mar,
Tranquilo e inmenso como mi soledad.

Busco en la brisa tu perfume divagado,
En la arena tu cuerpo disfrazado,
Y en el cielo, tus besos de eterno enamorado.

Buscándote me pierdo yo mismo,
Olvido mi nombre y mi sonrisa,
Buscándote, siempre en vano.

Al calor de tus brazos,
Me pierdo en tu grandeza,
Ironía de mi alma al entregarse,
Mas al saber que nunca serás mío,
Perteneces al amor, tu propia existencia.

Tu como el mar son infinitos,
Y yo? Quien soy yo para describirte?


Tomado del diario "Hojas sueltas de un Quetzal"

Reynaldo Roman

No hay comentarios:

Publicar un comentario